Recordar que dentro de cada Ser, existen diferentes energías, las cuales son conveniente para un equilibrio y existe un vínculo entre ellas, y así aportando un posicionamiento diferente para la vida.
La Conexión en equilibrio entre Corazón, Tierra y Cielo, nos va a permitir estar centrados y con calma en nuestro día a día.
Nos va a permite evolucionar y empoderarnos desde nuestro propio camino, conectando con lo espiritual a nivel muy profundo.
La energía de la Tierra nos facilita el poder acercarnos a nuestra misión almica y tomar conciencia de que nosotros también somos tierra y podemos acercarnos a respetar a la Madre Gaia, ya que nuestra evolución está ligada a ella. Al respetarla a ella, de forma directa nos respetamos a nosotros.
Esta energía está ligada a la energía de la Gran Madre, la que nos permite enraizarnos, nos Acoge y Abraza, nos Sustenta y da Soporte para la Vida. Energía femenina.
Nos devuelve el Poder Creador innato en cada uno de nosotros.
La energía del Cielo, nos traerá el sentirnos conectados y sintiendo que formamos parte del Cosmos, que no es algo fuera de nosotros. Energía Masculina.
Conectar con el cielo y la tierra para así poder empezar al despertar interno y activar nuestro poder interior, para desenterrar nuestros tesoros ocultos desde hace tanto tiempo y deslumbrar nuestra verdadera esencia, que será la que nos marque el camino de nuestra alma.
La energía del Coracán es el latido de la Vida, la que nos guía a estar presentes, en el aquí y ahora. Energía neutra que acoge y se cohesiona con las otras dos.
La conexión con estas energías nos invita a tomar conciencia para empezar acercarnos al mando de nuestra propia vida, de nuestra propia evolución para hacernos cargo de nuestro propio camino, tomando la decisión más adecuada en cada momento para nosotros.
Los recursos con los que contamos para lograrlo son las señales del camino explorado, de la sincronía que se nos presenta y de nuestra capacidad para hacerle caso a nuestra intuición, conectados a nuestro interior.
Permitiendo sincronizar y elevar nuestra energía, integrando las fuerzas de la naturaleza con nuestros cuerpos físicos y el cosmos, para volver al centro, reequilibrarnos y tomar nuestro poder interno para evolucionar al ritmo de nuestra misión, a nuestro presente.
Facilitando el comando de nuestro camino y de tomar el timón de nuestra vida, nuestras decisiones, de nuestro rumbo, aclarar nuestro propósito; de tomar consciencia de que todo funciona en sincronía, de sincronizarnos con un orden mayor, de fluir y de ir con el ritmo de las cosas.
Pudiendo conectar con el corazón de la vida, explorando nuevas opciones, atreviéndonos a ir más allá de lo conocido, superando rutinas, formas de hacer pasadas y patrones limitantes.