Primero de todo poder dar espacio a que tú eres un Alma con un vehículo humano, un cuerpo físico, que lo compone todo ello.
Poder reconocer esto y dar el lugar al Alma va a facilitar tú día a día.
Donde será mucho más fácil, re-unificar tus dos partes que te componen y te hacen único.
El Alma necesita su reconocimiento, su bagaje, toda su historia recorrida por diferentes cuerpos físicos, donde ha adquirido actitudes, aptitudes, creencias, formas de funcionar que le caracterizan y le permiten evolucionar a través de ellas.
Al mismo tiempo recomponerse en este nuevo cuerpo físico en el cual está ahora inmerso en esta encarnación.
Donde poder poner una nueva mirada a esa Unión Sagrada del Alma y el Cuerpo físico actual, recordándole, que lo que puede subsistir en su memoria puede ser y pertenecer a otros cuerpos físicos que ahora ya no existen, que solo están en la memoria del Alma.
Importantísimo entender que has esas dos partes en ti, y que cuanto mayor sea ese reconocimiento por igual, facilitara mucho mejor el entendimiento y el bienestar completo del Ser ahora en un perfecto equilibrio.
Abrazando todo lo que eres, lo que es con toda su complejidad.